Tren del infierno, con salido a las 03.00 y llegada a las 07.10. Apenas 2 horitas para dormir malamente. El hostal queda cerca de la estación de autobuses (en Mestre), y al llegar, que hasta las 12.00 de la mañana no tengo cama disponible. Media horita dando pena al tío, durmiéndome por los rincones del hostal. Nada, no tiene efecto. Ok. Mapa en mano, y a ver Venecia ,que tenía pensado verla a la tarde. Tres horas pateando y perdiéndome por esta preciosa ciudad, única, diferente. Ciudad museo para mí. Callejeando hasta el Rialto, y después para la Plaza de San Marco, digamos que las dos zonas más turísticas. Sobre todo ésta última. La Plaza de San Marcos es el lugar más bajo de Venecia, y cuando el agua sube por tormentas desde el Mar Adriático o por exceso de lluvia es lo primero en inundarse.
Después, por curiosidad no por vageza, pues me monto en un waterbus de esos. Las gondolas sólo costaban 80 euros, asique pasé de montarme en ellas, eso es de pobres. Yo prefiero ir en bus! Bonitas vistas desde allí. A las 12 cmo un clavo en el hostal. Al final, una mañana estupenda, con un sol de justicia, y con la cámara llena de fotos de una ciudad que es para verla, aunque sea una vez en la vida. A sobar que viene Galita...
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